El tiempo pasa y no dejan de surgir nuevas arquitecturas dentro del ecommerce. Una de ellas es conocida como «Headless Ecommerce», que se ha vuelto relevante recientemente para propietarios de negocios virtuales y agencias de marketing. Su aparición ha redefinido la manera en que las marcas interactúan con la audiencia en el ámbito digital. Es una propuesta innovadora que vale la pena conocer, así como entenderlas razones de su creciente popularidad.
¿De qué se trata el headless ecommerce?
Traducido al español como «comercio electrónico sin cabeza», esta modalidad de ecommerce consiste en una arquitectura que separa la interfaz de usuario (frontend) de la gestión interna de la plataforma (backend). Esto implica que ambas capas funcionan de manera independiente, permitiendo una mayor flexibilidad y capacidad de personalización en la experiencia de compra.
A diferencia de los sistemas tradicionales de comercio electrónico (que ayudan a crecer a los negocios, pese a las innovaciones), donde el frontend y el backend están interconectados, en el enfoque Headless se utilizan varias interfaces de usuario, como sitios web, aplicaciones móviles o dispositivos IoT, que se conectan a un backend común a través de API (Interfaz de Programación de Aplicaciones). Tal separación facilita la personalización de las experiencias del cliente y permite que las empresas se adapten rápidamente a los cambios tecnológicos y a las demandas del mercado.
¿Por qué es una propuesta cada vez más popular?
Esto se debe a las ventajas que proporciona, principalmente para las empresas que buscan flexibilidad e innovación y se apoyan en expertos que ofrecen servicios de marketing:
Experiencias de usuario personalizadas
Permite la creación de experiencias adaptadas a distintos dispositivos, ya sea ordenadores, móviles e, inclusive, asistentes de voz, sin las limitaciones que impone una plataforma monolítica.
Agilidad y escalabilidad
Dado que el frontend y el backend están desacoplados en esta modalidad del ecommerce, las empresas pueden realizar cambios o actualizaciones en una parte del sistema sin afectar al resto, lo que facilita la implementación de mejoras o cualquier modificación.
Innovación tecnológica
Al integrarse sin problemas con nuevas tecnologías y dispositivos, este enfoque promueve la innovación, permitiendo a las empresas estar al día con las últimas tendencias digitales y ofrecer experiencias avanzadas a los usuarios.
Mejora en el rendimiento y tiempos de carga
Al separar el frontend, es posible optimizar las interfaces para acelerar la carga, lo que mejora la experiencia del usuario y disminuye la posibilidad de que abandonen el carrito de compras.
Personalización avanzada
Esta arquitectura permite ajustar de manera más precisa la experiencia de compra según las preferencias singulares de cada usuario, lo que puede incrementar tanto la tasa de conversión como la lealtad de los clientes.
Mayor seguridad
La separación de capas igual refuerza la seguridad, ya que se limita el acceso a los datos críticos, reduciendo las posibles vulnerabilidades.
El Headless Commerce otorga a las empresas la flexibilidad y capacidad para adaptarse a un entorno digital que no cesa de cambiar, ofreciendo experiencias de compra más ágiles y personalizadas para los consumidores.
¿Cómo opera el Headless ECommerce?
Como mencionamos, este enfoque se basa en la separación entre el frontend y el backend, lo que permite que cada uno funcione de forma independiente. Aquí te explicamos el proceso:
Desacoplamiento de capas
En los sistemas tradicionales de comercio electrónico, el frontend (interfaz visual) y el backend (lógica empresarial y gestión de datos) están estrechamente conectados. En el modelo headless, estas dos capas están separadas. El backend se encarga de manejar la lógica del negocio, las bases de datos y las funcionalidades, mientras que el frontend se enfoca en la experiencia del usuario y la presentación.
API como vínculo entre capas
En un entorno de comercio electrónico sin cabeza, la comunicación entre el backend y el frontend se realiza mediante una API (Interfaz de Programación de Aplicaciones). Las API permiten que los datos fluyan entre ambas partes de manera eficiente, actuando como un enlace que conecta las funcionalidades y la presentación.
Libertad en el diseño de interfaces
Al separar el frontend del backend, es posible crear diversas interfaces de usuario, ya sea sitios web, apps móviles o quioscos interactivos. Cada una de estas interfaces puede diseñarse con total independencia, usando las API para conectarse backend, lo que ofrece gran flexibilidad en la experiencia de usuario.
Es importante mencionar que hay varias plataformas de comercio electrónico que ofrecen APIs adaptadas a las necesidades del headless commerce. Asimismo, un elemento esencial en cualquier estrategia omnicanal o de comercio sin cabeza es un sistema PIM (Product Information Management), que permite la centralización y gestión de datos de productos de manera consistente, independientemente del canal o dispositivo.
El PIM es fundamental para distribuir contenido y productos en múltiples canales de forma rápida, confiable y fácil de personalizar. Tanto antes como después de implementar una estructura sin cabeza, un sistema PIM conecta tu contenido y la información de productos con las APIs y las plataformas de comercio electrónico, facilitando la integración con cualquier canal o interfaz que uses o planees añadir.
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